Según el senador popular Jesús Garrido Rodríguez, la situación ha experimentado un notable empeoramiento durante el último decenio, ya que de los 29.400 siniestros registrados en 1980 se pasó en 1990 a 60.400.

Garrido señaló que "el Gobierno debe comprometerse en la defensa de nuestros montes, sin perjuicio de las competencias de las comunidades autónomas, y establecer, con la mayor urgencia, un plan nacional de prevención y lucha contra esto desastres".

Asimismo, indicó que "numerosas tierras tradicionalmente dedicadas a la agricultura y la ganadería han sido abandonadas e invadidas por el monte, lo cual ha aumentado el riesgo de incendios forestales".

El PP considera que las distintas administraciones autonómicas están realizando esfuerzos de forma descoordinada, lo cual resta efectividad a sus acciones.

"Estamos inmersos", dijo Jesús Garrido, "en una gran batalla contra el fuego en la que están involucrados comunidades autónoas, diputaciones y ayuntamientos, así como Protección Civil, el Ejército y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación".