Los representantes de las tres formaciones nacionalistas citadas habían comparecido esta mañana en rueda de prensa, bajo el espíritu de la Declaración de Barcelona, para defender el cntenido de una moción que al respecto había presentado CiU.

En la citada iniciativa se reclamaba el reconocimiento de este uso lingüístico en todas las sesiones parlamentarias, al tiempo que se apremiaba a la Cámara para su aprobación.

Sin embargo, durante el debate en sesión plenaria de esta iniciativa, CiU dio la espalda al BNG y PNV, y decidió suscribir una enmienda transaccional a la suya propia, junto al PSOE, Entesa Catalana, CC y PP, corrigiendo sensiblemente su texto original.

Los potavoces del PNV y del BNG, José Ignacio Zuleaga y Anxo Quintana, no ocultaron, en sus respectivas intervenciones, su sorpresa por el cambio de posición de CiU y adelantaron que seguirán presionando políticamente para que este derecho sea reconocido en el mayor breve plazo de tiempo posible.

El texto definitivo de la moción, aprobada con el voto favorable de 214 senadores y la abstención de 15, reduce notoriamente las aspiraciones iniciales contenidas en la redacción original. Se limita a pedir que, enel marco de la ponencia creada en el seno de la Comisión General de Comunidades Autónomas, que se encargará del estudio y debate de la reforma global del Reglamento de la Cámara, se remita una propuesta de reforma a la Comisión de Reglamento, con el fin de "incrementar el uso, oral y escrito, de las lenguas que, con el castellano, tengan el carácter oficial en alguna comunidad autónoma en el Senado".

Esto es lo que precisamente perseguía el Grupo Popular: en síntesis, supeditar el uso de las lenguas coficiales a la reforma global del Reglamento.

Del mismo modo, en el texto final se asume el planteamiento del PSOE, que había defendido el desarrollo de la reforma que al respecto acordó el Senado en 1994, cuando se reconoció este derecho para los debates autonómicos y las sesiones de la Comisión General de Comunidades Autónomas.