El eurodiputado del PP Alejo Vidal-Quadras afirmó a Servimedia que la actitud es "frenética" durante estos días para tratar de convencer al mayor número de parlamentarios del "error" que supondría reconocer a una banda terrorista en una institución europea.

Vidal-Quadras, a quien el PPE le ha encargado la negociación con los socialistas, aseguró que existe una "división muy fuerte" en los grupos y un ambiente "muy confuso" sobre el devenir del debate.

Además, vaticinó que el resultado de la votación, en la que el Partido Socialista Europeo presenta una resolución de apoyo al proceso de paz, será "muy apretado" por las posibles ausencias de eurodiputados.

Por su parte, el portavoz de los populares en la Eurocámara, Gerardo Galeote, declaró a Servimedia que el PP cuenta con el "respaldo unánime" de su grupo, donde se integran los principales partidos conservadores de España, Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña.

Galeote señaló que el PP dispone ya de más de 300 eurodiputados, de un total de 730, dispuestos a votar en contra de la resolución que está promoviendo el Partido Socialista a favor de la negociación entre el Gobierno y ETA.

Entre los europarlamentarios que han trasladado su apoyo a los populares, según Galote, se encuentran miembros del Grupo Socialista y del Grupo de los Liberales discrepantes con el contenido de la resolución sobre ETA o con el mero hecho de someter esta cuestión a debate en las instituciones comunitarias.

Por ello, Galeote vaticinó que "le puede salir el tiro por la culata al Partido Socialista, aunque el problema es que pueda estallar en la cara de todos los españoles". "El único que gana con todo este asunto es ETA", remachó.

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, también se ha sumado a esta ronda de negociaciones con motivo de la cumbre de líderes que el PPE celebra esta tarde y mañana en Helsinki (Finlandia).

Rajoy va a pedir a sus homólogos en el resto de Europa que rechacen la resolución promovida por el Gobierno de España y respalden una alternativa elaborada por el PP que sostiene que "no se han producido los cambios necesarios en la organización terrorista ETA que justifiquen un cambio en la política antiterrorista" ni, por lo tanto, una negociación con la banda.