Mario López Rico, miembro del Consello Nacional del BNG, atribuyó los movimientos que se están produciendo en el PP gallego al "fracaso en las elecciones del 13 de junio, donde el PP perdió el gobierno de las grandes ciudades, salvo Orense"

En el BNG son escépticos respecto a que esos movimientos en el PP supongan "una renovación". "Nosotros no creemos en eso", añadió López Rico, "y pensamos que se trata de una escenificación, de cambiar algo para que no cambie nada. La única renovación creíble en el Partido Popular de Galicia se tendría que producir en la cumbre, en la persona de Manuel Fraga Iribarne, porque mientras siga dirigiendo los designios del partido en Galicia, la política no va a cambiar".

"El único cambio que nosotros demandríamos como fuerza política gallega, y que suponemos que la sociedad demanda también", agregó, "es un cambio radical en la política del PP, que consideramos nefasta para los intereses de Galicia. El PP de Galicia se está plegando constantemente a directrices e intereses de instancias no gallegas del propio partido o del Gobierno o europeas. Ese sería el único cambio creíble y que no creemos que se vaya a producir".

En este sentido, señaló que el Plan de Desarrollo de Galicia, que recoge las líneas de rabajo del PP hasta el año 2006, "es más de lo mismo, y tenemos constatado que con esta política aplicada a Galicia, Galicia sigue sin despegar, sigue a la cola en cuanto a una serie de indicadoes de tipo social y económico en España y, por supuesto, en Europa".

El dirigente del BNG también se mostró escéptico sobre el alcance de esos cambios de personas en el PP. "Habrá que ver si estos cambios de personas suponen realmente un cambio de correlación de fuerzas, porque puede ser que aparezcan los segunos de a bordo o los hombres de paja de cada una de la baronías del PP en las distintas provincias".