Moragas, quien considera que las manifestaciones, además de antisemitas, son "un premio al terrorismo", pidió al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que "rectifique, porque crea una crisis diplomática entre España e Israel, que es un Estado amigo".

Aseguró que las relaciones entre los dos países "atraviesan su momento más crítico en los últimos 20 años". Además, según Moragas, el embajador de Israel en España ha descrito la manifestación como un acto contra su país.

Por su parte, De Arístegui comentó la fotografía del presidente del Gobierno con la "kufia" (pañuelo palestino) y afirmó que "no representa lo mismo la kufia en Alicante (donde el líder socialista fue fotografiado con el pañuelo) que en Oriente Medio, lo que demuestra cuál es el pensamiento de Zapatero", que "cuando baja la guardia, cae en la 'israelofobia', porque le sale su carácter antisemita".

Respecto a las declaraciones del presidente en sus últimas intervenciones en Ibiza y Alicante, el portavoz parlamentario de Exteriores del PP aseguró que "no se puede ignorar la realidad del conflicto y ofender a los aliados y amigos de España".

Además, Gustavo de Arístegui consideró que la política que está siguiendo España en materia de exteriores rompe con las posición de la Unión Europea y de Naciones Unidas.

Los dirigentes del Partido Popular destacaron las diferentes posiciones que, en su opinión, han adoptado el presidente del Gobierno y el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y afirmaron que es Zapatero quien dirige la política exterior de España, no Moratinos.

Según Moragas, "Moratinos tiene un peso político limitado, es desautorizado día sí y día también por el presidente, y si tuviese dignidad política y personal, dimitiría".