En su intervención, el secretario general del PSOE, Javier Arenas, propuso su designación ante el máximo rgano de dirección y su propuesta fue aprobada por asentimiento de los asistentes.

Inmediatamente después, Barberá subió a la tribuna, desde la que hizo un llamamiento a la reflexión a todos los alcaldes, presidentes de diputaciones y de cabildos insulares, a los que pidió que pongan por delante los intereses del municipalismo que los de sus respectivos partidos.

Barberá pidió a todos los responsables municipales que estimulen el debate interno en sus respectivas formaciones políticas, para que étas decidan si es más importante desarrollar consensuadamente un proyecto municipal para el siglo próximo o entregarse a las luchas partidistas para hacerse con el poder en la FEMP.

Este organismo de representación municipal celebrará su asamblea los próximos días 25, 26 y 27 de noviembre. El PP quiere que la elección de la nueva dirección sea consensuada, pero no está dispuesto a negociar la presidencia, que reclama como símbolo de su victoria en las elecciones municipales.

Barberá expresó en sudiscurso la disposición del PP al "consenso, el diálogo y el acuerdo y lo ofrece" al resto de la formaciones políticas para favorecer el desarrollo del municipalismo en el siglo XXI.

La candidata popular no quiso decir si Arenas ha recibido respuesta a alguna de las cartas que envió a los partidos políticos para ofrecer este consenso hace más de una semana, pero aseguró que en el seno de la FEMP, todos los miembros de la dirección están de acuerdo con hacer una asamblea de consenso, independientementede su adscripción política.

Pese a este expreso deseo hecho por Rita Barberá, la candidata popular aseguró que no siente "ningún temor ante una asamblea de confrontación", aunque prefiere que sea de consenso.