Según fuentes solventes consultadas por Servimedia, el presidente del PP cuenta con un grupo de 20 policías distribuidos en cinco turnos que le protegen y le acompañan en sus desplazamientos en dos vehículos blindados propiedad del partido.

Estos policías sn los que ya tenía asignados antes de sufrir el atentado. Ahora cuentan además con el refuerzo de la vigilancia privada que se ha visto obligado a contratar el Partido Popular para completar lo que consideran los mínimos necesarios para garantizar la seguridad del líder político.

Las quejas de los dirigentes populares se centran en la falta de profesionalidad con la que se ha diseñado la protección de Aznar y el notable descuido con el que consideran que se realizan las labores de contravigilancia.

Según informaron fuentes del propio partido a esta agencia, Interior cambia "constantemente" a los agentes dedicados a hacer la vigilancia estática de la casa de Aznar, lo que perjudica el desarrollo de sus funciones.

Fuentes policiales indicaron que los funcionarios que hacen vigilancia estática en torno al nuevo domicilio de dirigente político deben estar habituados al barrio, conocer a las personas y vehículos que circulan por la zona y estar al tanto de la vida cotidiana de la zona de vigilanciapara poder detectar cualquier posible irregularidad.

La dirección del PP está también descontenta por entender que la Policía no realiza con la asiduidad necesaria barridos con perros en toda la longitud de los itinerarios habituales que realiza Aznar.

La dirección del PP, y en concreto el responsable de Interior, Francisco Alvarez Cascos, ha hecho llegar este descontento en distintas ocasiones al ministro Juan Alberto Belloch. El departamento que dirige Belloch considera que la seguridad que faclita al jefe de la oposición es la adecuada en cada momento.

Tras el atentado sufrido por Aznar, que siguió al asesinato por parte de ETA de Gregorio Ordóñez, presidente del PP de Guipúzcoa, más de una docena de dirigentes políticos, en especial cuadros medios del PP, solicitaron protección policial a Interior.

Este departamento desestimó algunas de esas peticiones, al entender que no existía una situación de peligro objetiva, pero atendió otras, como por ejemplo la de los portavoces del partido n las áreas de Justicia y de Interior.

Las peticiones de protección se dispararon sobre todo en el País Vasco, donde hasta el atentado que costó la vida a Ordóñez unos 60 agentes hacían servicios de escolta. Desde entonces esa cifra se ha doblado y continúa siendo insuficiente para atender todas las peticiones.

SEGURIDAD PRIVADA

Por ello, el PP ha contratado servicios de protección privados para proteger a sus más destacados dirigentes en Euskadi, que tienen la certeza de ser objetivos prioritaios para la banda terrorista.

Desde el inicio de su actividad terrorista en 1961, ETA ha atentado contra 24 personalidades políticas, de las cuales 20 murieron, 2 fueron secuestradas y otras 2 resultaron heridas.

Desde el asesinato del ex senador y secretario de Estado con UCD Manuel Broseta, ocurrido en febrero de 1992, ETA parecía haber renunciado a atentar contra objetivos políticos hasta que en enero de este año mató a Gregorio Ordóñez.

El período más sangriento de la banda en lo que a aentados contra personalidades relevantes de la vida pública se refiere fue el trienio 1979-1981, en el que atentó contra 21 personas destacadas del mundo de la política, la diplomacia, el periodismo y el Ejército.