Ambos clubes, que durante la pasada campaña deportiva militaron en la Primera División del baloncesto español, ascendieron a la división de Honor.

Posteriormente, tanto el Guadalajara como el Cornellá tuvieron que renunciar a un ascenso logrado en las canchas de juego debido a que se les exigía, para poder inscribirse en la iga, la cantidad de 460 millones de pesetas, lo que, a juicio de los senadores citados, "supone un abuso impresentable y limitador del espíritu superador que lleva implícita la práctica deportiva".

Francisco Tomey y José María Bris han asegurado que este tipo de decisiones lo único que hacen es favorecer a aquellos clubes millonarios, convirtiendo un torneo deportivo de gran prestigio en un coto "para los de siempre, los que tienen más dinero".

En opinión de los senadores del PP, una provincia coo Guadalajara, que por su situación socio-económica no goza de una representación deportiva lo suficientemente importante en disciplinas mayoritarias, sufre un daño notable cada vez que en un despacho se la priva de tener aquello a lo que legítimamente aspiran sus clubes y que merecidamente han ganado en las canchas de juego.

Por esa razón, Bris Gallego y Tomey han dirigido una serie de preguntas escritas al Gobierno en las que se interesan por las medidas a adoptar al respecto, así como por los proyetos de la Secretaríoa de Estado para el Deporte para que en el futuro primen las circunstancias deportivas sobre la económicas en este tipo de situaciones.