Así lo aseguró a Servimedia Álvaro Nadal, secretario de Política Económica y Empleo del PP, quien apuntó que "cada vez se conjugan más circunstancias para un cambio de ciclo".

El dirigente del PP explicó algunos de los nubarrones que, a su juicio, se ciernen sobre la economía. Prueba de ello es que las expectativas sobre el futuro económico que dan las encuestas arrojan datos similares a los de 1995, cuando la situación es bien distinta.

Entre esos nubarrones, un petróleo a 70 dólares; unos tipos de interés con tendencia al alza, y el nivel de endeudamiento de las familias y las empresas españolas.

Unos tipos de interés negativos -por debajo de la inflación- como los actuales "no se sostienen en el tiempo", apuntó Nadal, por lo que "va a haber una corrección", que "puede ser suave o brusca".

CAÍDA BRUSCA

Las probabilidades de que sea una caída brusca de la economía "son cada vez mayores. Cada vez estamos en menor posición de aguantar los embates" de la economía.

No quiso aventurar si esa corrección llegará antes de 2008, pero después de esa fecha "seguro". El Gobierno que salga tras las elecciones, sea del partido que sea, "lo va a tener muy mal. Va a tener un papel muy difícil por el camino que llevamos".

Indicó que la ralentización de la marcha de la economía ya está afectando, por ejemplo, al proceso de convergencia con la UE, consecuencia de que el PIB per cápita español apenas avanza 0,3 puntos más rápido que el de la UE, 1,9% frente a 1,6%.

A este ritmo, agregó Nadal, España necesitará "20 ó 25 años" para llegar a la media de la UE-15, cuando al ritmo de ejercicios precedentes lo hubiera conseguido en diez años. "La convergencia real se ha frenado", aseveró.

"Hay una crisis de competitividad" evidente en la economía española, que suele ser antecedente de una crisis de actividad. El deficit exterior es el mayor de la historia, advirtió Nadal.

HAY SOLUCIÓN

Sin embargo, el dirigente del PP cree que se pueden tomar medidas que permitirían, a corto plazo, atajar ese problema, por ejemplo desde el punto de vista fiscal.

Defendió que la rebaja de 10 puntos propuesta por su formación para el Impuesto de Sociedades, el doble de lo planteado por el Gobierno, tendría un "efecto instantáneo" en la competitividad de las empresas españolas.

Conllevaría un "esfuerzo muy fuerte" en términos de recaudación, admitió Nadal, "pero hay margen" para ello, algo que otros países no tienen.

Con esa bajada, el tipo impositivo para las empresas se situaría en los niveles de República Checa o Suiza, lo que haría atractivo España como destino de inversiones.