Con esta iniciativa, que piensa recomendar a otras fuerzas políticas y a las diferentes administraciones, el PP pretende reducir el consumo anual de papel en toda España: unos 4,3 millons de toneladas, lo que supone 55,9 millones de árboles, que ocupan aproximadamente 223.600 hectáreas.

En opinión de Ruiz-Gallardón, si no fuese por las importaciones, cada año se perdería una superficie arbolada equivalente a casi dos veces el territorio de la CAM (157.171 hectáreas).

El portavoz del PP pidió a las autoridades regionales que potencien el uso de "papel ecológico", como medida preventiva eficaz para la defensa del medio ambiente. "Cada 75 kilos de papel que usa el Gobierno regionalsupone la muerte de un árbol", señaló.

El parlamentario afirmó que otra importante razón que justifica el cambio progresivo del papel normal por el reciclado es que, además de evitar la tala masiva de árboles, supone un importante ahorro energético en la fabricacion.

"El 20 por ciento de los residuos sólidos urbanos consiste en papel, cartón y materiales afines. Una adecuada política de reciclado traería aparejada una reducción del volumen de basuras, al ser el papel usado la principal materia prma para la fabricación de la pasta de papel reciclado", advirtió.

CON EUROPA

Por otro lado, Ruiz-Gallardón hizo pública una declaración institucional de respaldo a la Conferencia de Medio Ambiente que, organizada por la ONU, está teniendo lugar en Río de Janeiro.

El PP pretende que mañana, Día Mundial del Medio Ambiente, la Cámara regional, con la conformidad de IU y PSOE, apoye su escrito y la "cumbre" de Río, que calificó como una ocasión histórica para adoptar en conjunto acuerdos firmes y vnculantes sobre los graves problemas de la tierra.

La tesis del líder regional de los conservadores sobre las soluciones a los problemas mediambientales del planeta se alinean con las que defienden en Río los países europeos, enfrentadas con las de EE.UU.

Esta opinión la expresó "sin saber si la comparte la dirección nacional del PP", porque lo lógico es que los países más desarrollados aporten más fondos que las naciones más pobres al necesario equilibrio ecológico.