Los hechos denunciados, de acuerdo con la versión sumninistrada por sa diputada andaluza, ocurrieron el pasado martes sobre las 12,00 del mediodía, cuando la propia Amalia Gómez se disponía a llamar, por segunda ocasión, desde el despacho de su compañero y vicepresidente del grupo, Jesús Mancha, al jefe del gabinete de la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Soledad Becerril.

Según el propio relato de la diputada, "en ese instante noté que el teléfono se quedó bloqueado para después, desconcertada, terminar escuchando mi propia voz y la conversació que, previamente, había mantenido con el Ayuntamiento de Sevilla".

Amalia Gómez asegura que alarmada, llamó a varias personas de su Grupo, así como a un funcionario del Parlamento andaluz que dieron fe de las anomalías detectadas.

Dichas anomalías fueron puestas en conocimiento del presidente regional del Partido Popular (PP), Gabino Puche, quien recomendó que se expusiera el caso ante la Mesa del Congreso.

Ha sido la propia Cámara autónoma andaluza la que ha decidido crear una comisón interada por un diputado del PSOE, otro del Partido Andalucista (PA) y un jurista de la Cámara que se encargarán de elaborar el correspondiente dictámen.

La parlamentaria Amalia Gómez ha manifestado, que su partido "no tiene intención de poner el caso en manos de la Justicia, si bien esta posibilidad no se descartan sino quedan satisfechos del dictámen de la comisión que investiga el presunto pinchazo".

En declaracions a esta agencia, Amalia Gómez mostró "su preocupación por el hecho de que en este pís cada vez seamos más los que tenemos la impresión de vivir en un Estado policial".

El Grupo Popular en el Parlamento andaluz ha sido noticia en los últimas semanas como consecuencia de la denuncia que la comisión que estudia la presunta financiación de los partidos políticos, formuló en su contra por no declarar a Hacienda las dietas de sus diputados.