El anterior jefe del Ejecutivo reprochó ayer al líder del PP haberse opuesto con una "abstención militante" a la aplicación del Título VII de la Constitución y aseguró que parte de los problemas de España se deben a que en Madrid y en Vitoria gobiernan "personas que no aceptaron la Constitución".

Robles Fraga aseguró estar "muy sorprendido y decepcionado" por estas palabras. "No sé si es un problema personal, de carácter psicológico, pero no recuerdo una sola aportación positiva del ex presidente en los últimos meses y desde luego no en los últimos días", dijo durante una rueda de prensa.

Por este motivo, le recomendó que se compote como otros dirigentes que, al dejar el poder, colaboran con el nuevo Gobierno para el prestigio de su país y que se dedique "a lo que tiene que dedicarse", como la mediación en el conflicto de Kosovo.

"Claro, para eso hay que ir a Kosovo y a Belgrado y, hasta ahora, el señor González ha sido incapaz de ir, de manera que zapatero a tus zapatos", le espetó.

El portavoz popular aseguró que su partido ha sido siempre "muy respetuoso" con la oposición, pero precisó que González ya no es líder del POE, sino un "francotirador que se mueve por impulsos autónomos" y se dedica a "sacar del tiesto del rencor y del tarro de la hiel las peores esencias para descalificar al Gobierno de José María Aznar y al Partido Popular".

"Cuando en el aniversario del asesinato de Miguel Angel Blanco se habla de que el Gobierno negocia con ETA, y en el peor momento de la ofensiva serbia contra Kosovo, uno aparece en El Esocrial a dudar de las credenciales democráticas del PP y del presidente del Gobierno, hay algo prfundamente equivocado en su actitud", explicó.

Robles Fraga consideró "triste" este comportamiento del que fue presidente de todos los españoles y concluyó que, como tal, "no tiene autoridad ni legitimidad alguna para enredar como enreda".