A su juicio, el anuncio de esta posible reforma legislativa es "otra marcha atrás" de la izquierda en un asunto que "venía siendo su bandera".

Conde recordó que la jurisdicción universal plantea numerosos problemas "técnicos", porque "pretender que la justicia española sea la justicia del mundo entero" es arrogante y desemboca en que "ahora tienen que dar marcha atrás".

Particularmente, Conde cree que la extensión de la jurisdicción española "tiene sentido en casos puntuales y, sin perder de vista, debe limitarse al territorio del país o respecto de los delitos cometidos por nacionales o delitos en los que sean víctimas los nacionales".

En cuanto al hecho de que el Ejetutivo se plantee esta reforma a instancias del Ejecutivo Israelí dijo que "no chirría que un gobierno que tiene capacidad legislativa proponga modificaciones legislativas a las Cortes".