Villalobos aseguró que "si se mantiene la política de formación con los actuales citerios se creará un colectivo de trabajadores sin formación que sólo podrán ser los barrenderos de Europa en 1993".

Entre las causas que, a su juicio, justifican este temor está el incumplimiento de los objetivos iniciales del Plan de Formación e Inserción Profesional (PFIP), "porque el proyecto inicial era dar formación ocupacional a quienes tienen un nivel de estudios más bajo, y corregir el desequilibrio laboral entre estas capas de la población y los que poseen un nivel académico más elevado".

En su opinión, "el sector de la población con menor nivel de instrucción, un 63,4 por cien, es el que menos se está beneficiando del plan FIP, ya que sólo ha accedido a un 15,5 por ciento de los programas de formación que prevé, mientras que los más preparados, un 20 por ciento, ha participado en un 52,7 por cien de los cursos".

La parlamentaria informó que las cifras del informe sobre "Las condiciones de vida y trabajo en España", realizado en 1986, estima en un 40,2 por ciento del total la poblacin analfabeta o con un nivel de estudios inferior a los primarios.

El mismo trabajo cifra en un 23,2 por ciento las personas con estudios primarios, y en un 13,7 por cien las que disponen del título de bachiller, mientras que datos del Ministerio de Trabajo referidos a 1988, indican que un 32,8 por cien de los alumnos del FIP tiene la EGB o el bachiller.

A juicio de la diputada, el Gobierno debe hacer frente a esta situación y "dejar de utilizar el plan de formación como una tapadera del paro en Epaña, ya que en 1993 no habrá más vuelta de hoja, y tendremos que exponer a nuestros trabajadores a la competencia del resto de los asalariados europeos, con un nivel de preparación mucho más elevado que la media española".