Según el PP, el máximo responsable de la corporación de banca pública deberá dar explicaciones de las responsabilidades que los sindicos de la quiebra de Uribitarte descagan sobre Caja Postal, al haber permitido a Miguel Escudero, responsable del proyecto urbanístico, la utlización de créditos concedidos para financiarlo a pesar de que las obras estaban ya paralizadas.

Además, los populares aprovecharán la coparecencia de Luzón en el Congreso para que aclare la supuesta implicación de Argentaria en la concesión de créditos que no ha recuperado a sociedades como Proinsur, Ercros, Ibercorp y KIO.

El informe remitido por los sindicos de la quiebra de Uribitarte al titular del juzgado de primera instancia número 3 de Bilbao, según el PP, asegura que la quiebra solicitada sobre el proyecto inmobiliario era fraudulenta, y que entre las sociedades responsables de las irregularidades cometidas figura la Caja Postl.

Miguel Escudero dispuso de tres créditos hipotecarios otorgados por Caja Postal por un importe total de 6.200 millones de pesetas, de los que sólo llegó a utilizar unos 3.600 millones, según el PP, originando un agujero financiero de unos 7.000 millones en el que el partido acusa a Caja Postal de corresponsabilidad.

La quiebra de Uribitarte se produjo tras la acumulación de una deuda de 15.000 millones de pesetas en la que también resultaron perjudicados varios fondos y planes de pensiones de mpresas, así como otras entidades financieras.

Hace unos días, Caja Postal se adjudicó en subasta el edificio a medio construir de Uribitarte en Bilbao por importe de 2.700 millones de pesetas, que se suma a la compra por 900 millones más de las tres plantas de aparcamiento del edificio, con lo que el precio total de la licitación ejercida por la caja asciende a 3.600 millones, la misma que según los responsables de la entidad llegó a utilizar Escudero de la línea de crédito que le concedió.

Los esponsables de Argentaria han justificado la compra de un inmueble sobre el que pesan créditos impagados de Caja Postal en la viabilidad del proyecto, aunque reconocen su disposición a terminarlo en colaboración con otros socios inversores mediante la venta de una participación significativa.