El secretario general del PP, Javier Arenas, explicó que, tras tres años de apoyo al Ejecutivo de Jordi Pujol, hay gestos contradictorios de los nacionalistas catalanes, como votar "sí" y "no" a la Ley de Partids en el Congreso de los Diputados, no sumarse al Pacto anti ETA, apoyar de forma "directa e indirecta" la huelga junto a Pascual Maragall y oponerse a la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

A poco más de un año de las elecciones autonómicas catalanas, Arenas consideró que el comportamiento de CiU obliga a su partido a abrir un "periodo de reflexión para ver qué se hace en el futuro".

Según dijo, este análisis interno "no supone romper acuerdos" que dejarían a CiU en minoría en el Parlamento de Catluña y argumentó que no se trata de una decisión nueva y precipitada. "Lo vengo anticipando desde hace mucho tiempo", dijo.

Arenas mostró su "preocupación" por el comportamiento de la formación de Jordi Pujol con especto al 20-J y su "ambigüedad calculada" en asuntos como la lucha contra el terrorismo. Todo ello supone un "cúmulo de circunstancias" que hacen al PP pararse a reflexionar.

El secretario general del PP dejó claro que su partido siempre ha dialogado con CiU y se le ha apoyado "con leatad" en las instituciones catalanas, pero quiere "ver con tranquilidad" la situación actual de las relaciones para tomar una decisión con respecto al futuro.

Sin embargo, a pesar de los contactos frecuentes entre PP y CiU, nadie de la dirección nacional ha comunicado personalmente esta decisión a la formación nacionalista y no está previsto hacerlo por el momento.