El Partido Popular asegura que no se ha respetado el unánime acuerdo, adoptado en diciembre de 1989 por el pleno de la cámara que encargó una "propuesta consensuada" de reforma del Reglamento "en orden a potenciar de manera más satisfactoria sus funciones e representación territorial".

En opinión del portavoz del grupo Popular, José Miguel Ortí Bordás, las posiciones mantenidas por el grupo Socialista tras la reunión de la ponencia celebrada el pasado 22 de diciembre "muestran un claro ánimo de romper el consenso y continuar con los trabajos de reforma del Reglamento sin participación del grupo Popular e incluso, lo que es todavía más grave, al margen de la ponencia constituida al efecto".

Ortí Bordás ha recordado que ya advirtió en su día al presdente de la comisión de Reforma del Reglamento del Senado, Bernardo Bayona, que las manifestaciones públicas realizadas por el portavoz del grupo Socialista, Jaime Barreiro, en el sentido de que si no hubiera acuerdo con el grupo Popular, el resto de los grupos presentarían la propuesta de reforma al pleno de la Cámara, "anunciaban una evidente voluntad de ruptura del consenso" y constituían un claro intento de coartar la libertad del grupo Popular para formular y mantener la postura más acorde con sus proias convicciones."

"Nuestro grupo" -afirmó Ortí Bordas- nunca entendió que la reforma del Reglamento del Senado fuera a hacerse por imposición".

El ponente del grupo Popular en la citada reforma pidió hoy al resto de los grupos, en la reunión de la ponencia, que se ratificasen expresamente a favor de la fórmula de consenso para continuar los trabajos.

Ante la actitud negativa del resto de los grupos -dice una nota del PP- los representantes del grupo Popular han abandonado la ponencia alegano que se incumple el mandato formal del Pleno del Senado y que se han quebrantado las reglas del juego parlamentario, ya que los reglamentos de las Cámaras desde 1978 han sido aprobados mediante la fórmula de consenso.

"A la hora de modificar el funcionamiento del Senado" -dijo Ortí Bordás-, "no se puede dejar a un lado al primer partido de la oposición, el cual representa a más de 5 millones de electores. Con ello se ha bajado un peldaño más en el deterioro de la Cámara. Nos encontramos ante un caso larísimo de tercermundismo parlamentario. Las reglas del juego del Senado es lógico que se establezcan con el concurso de todos los grupos de le Cámara, sin discriminación ni marginación alguna".