A través de un comunicado, la secretaria general del Grupo Socialista en el Congreso, María Teresa Fernández de la Vega, expresa su coincidencia con el diputado del PP Ignacio Gil-Lázaro en su rechazo a los comportamientos racistas que haya podido suscitar el suceso de Pozuelo.

"Coincido plenamente con el señor Gil-Lázaro cuando critica a las personas que han pedido l expulsión del supuesto autor del crimen sólo por el hecho de ser extranjero. Imagino que se refería a las declaraciones de la `portavoz del Palacio de La Moncloa', Ana Botella, cuando afirmó rotunda que el ciudadano moldavo tenía que estar expulsado o en la cárcel", agrega la nota.

Fernández de la Vega critica a quienes "por su posición adquirida, que no elegida por los ciudadanos", y por la trascendencia de sus declaraciones crean "situaciones inaceptables de desconfianza, incluso tremendamente pelirosas de rechazo hacia la población inmigrante y que pueden invitar a actitudes xenófobas".

"Lo terrible", agrega la diputada socialista, "es que es el PP el que nos ha llevado a esta situación y ahora está atrapado en la red que él mismo ha tejido durante años".

Los socialistas consideran que el PP debe "reflexionar" sobre las leyes que ha aprobado y sobre su propia actitud. "Las desaforadas declaraciones del PP en la oposición acusando a Felipe González de la inseguridad ciudadana no pueden terinar, después de seis años de gobierno del señor Aznar, en una recomendación para que se contrate seguridad privada para defender la vida de los españoles", advierte.

Lo sucedido en Pozuelo demuestra, a juicio del PSOE, "el terrible colapso que el PP ha provocado en los instrumentos que el Estado de Derecho tiene para combatir la inseguridad ciudadana".