En rueda de prensa en el Congreso, Aguilar denunció que Poyatos era el gran canciller de una denominada Orden Hospitalaria y Militar de San Juan de Jerusalén, Caballeros de Malta Ecuménicos, Real Priorato de Castilla y León.

En esta organización figuraban también, siempre según la versión de la portavoz de I, Antonio Muñoz Perea, suegro de Blas Piñar y defensor del capitán José Pascual Galvez en el juicio del "23-F"; Gerardo Quintana Aparicio, abogado de Sito Miñanco y del general Torres Rojas, y Angel López Montero, defensor de Tejero y de Ynestrillas.

Otros integrantes de la secta eran Mariano Sánchez Covisa, fundador de los Guerrilleros de Cristo Rey; el príncipe Alesi, conocido estafador que se hace pasar por heredero del zar; Antonio Tuero Maldiedo, ex secretario general del Movimiento y jefe de lossindicatos verticales de Barcelona, y el juez Varón Cobos, responsable de la puesta en libertad del mafioso Antonio Bardelino.

Aguilar apeló a la responsabilidad del Gobierno del PP para que el Consejo de Ministros no decida mañana el nombramiento como fiscal jefe de la Audiencia Nacional a un personaje "siniestro", que cuenta con esta "dudosa tarjeta de visita".

SALTO HACIA ATRAS

"Con su nombramiento", aclaró, "Aznar debe saber que está dando un salto hacia atrás, olvidando la transición democática y resucitando la idea de 'las dos Españas'. Y eso es muy grave en democracia".

Aguilar, que recordó que Poyatos también perteneció en su día al Tribunal de Orden Público, dijo que no reúne las suficientes garantías desde el punto de vista profesional y que en su trayectoria estuvo también directamente relacionado con un "episodio negro de la justicia", como fue su visto bueno a la libertad del capo mafioso Bardellino.

La dirigente de IU atribuyó su probable nombramiento exclusivamente a raznes de amistad con el fiscal general el Estado y la ministra de Justicia, al tiempo que recordó que Margarita Mariscal se ha "apresurado" a "defenderle y a dar la cara por él".

En este sentido, advirtió que este apoyo puede costarle a Mariscal su salida precipitada del cargo, porque ya hubo otros ministros que pusieron la mano en el fuego por alguien y que luego "se quemaron".

Aguilar pidió a Aznar que se atreva a decir en el Parlamento qué tipo de hipotecas tiene contraídas en materia de justici y puso en duda que cuente con la suficiente autonomía a la hora de decidir nombramientos relacionados con el mundo de la judicatura.