Los más de 2.300.000 españoles afectados por alguna minusvalía, el 2 por ciento de la población, podrán disfrutar de Port Aventura, ya que la adaptación y accesibilidad es total en los distintos espacios del parque: aseos, restaurantes, tiendas y espectáculos.

Como en la mayoría de las atracciones no se puede acceder en silla de ruedas, los responsables del acceso del público a las mismas facilitan el cambio de asiento.

Además, el aparcamieto cuenta con numorosas plazas reservadas para personas con discapacidad, situadas enfrente de la puerta principal del parque. También el andén de Renfe, a 500 metros de la entrada, está acondicionado con rampas.

Los promotores de Port Aventura han invertido para esta segunda temporada 1.500 millones de pesetas para introducir novedades y cambios y esperan que el múmero de visitantes llegue a los 3 millones de personas, cuando el año pasado se alcanzó la cifra de 2,7 millones de asistentes.

El paque, que ocupa una extensión de 115 hectáreas entre los términos municipales de Vila-seca y Salou, consta de 28 atracciones repartidas en cinco grandes áreas temáticas: Mediterráneo, Polinesia, China, Méjico y Far West.