Las dioxinas están incluidas en la lista con los doce plaguicidas, sustancias industriales y subproductos que WWF/Adena cree que debe prohibirse bajo el Tratado de Contaminantes Orgánicos Persistentes, actualmente en negociación.

Asimismo, la organización internacional hizo un llamamiento a los países que participarán en la tercera Conferencia Ministerial Sobre Medio Ambiente y Salud para que den prioridad a las sustancias tóxicas y su repercusión sobre la salud.

Para WWF/Adena, el escándalo de los pollos belgas "muestra cómo los productos tóxicos pueden afectar directamente a la salud humana y la importancia crucial de que lo responsables acometan las soluciones de estos problemas".

La organización ecologista denunció que las dioxinas, que se generan en los procesos de incineración de residuos y como subproductos de algunos procesos industriales, se acumulan en el medio y en los seres vivos, "amenazando toda la vida del planeta".