Así lo denunciaron hoy en un comunicado conjunto Ayuda en Acción y la campaña "Derecho a la Alimentación. Urgente", promovida por las ONG Prosalus, Cáritas, Ingeniería Sin Fronteras y Veterinarios Sin Fronteras.

A juicio de estas ONG, la crisis alimentaria exige la puesta en marcha de políticas agrícolas "que no sólo garanticen el acceso al alimento sino el acceso a los medios necesarios para obtenerlo o producirlo".

Estas ONG echan por tierra la teoría de que para solucionar la crisis hay que aumentar el rendimiento de la producción agrícola.

En este sentido, argumentan que, según datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), de Naciones Unidas, en este continente "se producen alimentos suficientes para satisfacer los requerimientos nutricionales de una población triple de la que presenta" y, sin embargo, "alrededor del 11% de su población se encuentra desnutrida".

En la nota, la campaña "Derecho a la Alimentación. Urgente" y Ayuda en Acción critican a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

"La misión de la FAO es garantizar la alimentación de la población y sin embargo, más de 50 años después de su creación, 854 millones de personas padecen hambre y más de 2.000 millones sufren lo que se denomina hambre oculta", lo que demuestra que "las estrategias empleadas para hacer real esa misión no han sido las más acertadas".

PACTO DE 1966

Tras recordar que "garantizar la alimentación no es lo mismo que garantizar el derecho a la alimentación", las citadas ONG recuerda que el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales del año 1966 ya apuntaba las medidas necesarias para garantizar el derecho fundamental de toda persona a estar protegida contra el hambre.

Así, dicho pacto apuesta por "mejorar los métodos de producción, conservación y distribución de alimentos mediante la plena utilización de los conocimientos técnicos y científicos".

Además, aboga por divulgar principios sobre nutrición y por el perfeccionamiento o la reforma de los regímenes agrarios, con el fin de lograr la explotación y la utilización más eficaces de las riquezas naturales.

Asimismo, considera necesario asegurar una "distribución equitativa de los alimentos mundiales en relación con las necesidades, teniendo en cuenta los problemas que se plantean tanto a los países que importan productos alimenticios como a los que los exportan"