Los policías recibirán clases sobre los tipos de explosivos, sus características y las técnicas que emplean los terroristas para la fabricación de artefactos, bombas y otros mecanismos destructivos.

La Secretaría de Estado para la Seguridad pretende con estas charlas que los funcionarios estén informados de los nuevos métodos ue utilizan los "comandos" etarras para perpetrar sus acciones violentas.

Los cursillos, que tendrán una duración de tres días, consistirán en clases sobre la historia de la organización terrorista, explosivos y medidas de seguridad personal y autoprotección.

Fuentes sindicales informaron a Servimedia que hay un buen número de funcionarios interasados en realizarlos, aunque el Ministerio del Interior no obligará a los agentes a seguirlos. El plazo para inscribirse en los mismos finalizará el próxmo viernes, día 25.

INCUMPLIMIENTOS

Sin embargo, otras medidas que fueron adoptadas en las mesas de negociación entre sindicatos y Administración han sido incumplidas. Según las mismas fuentes, Interior se comprometió a sacar del País Vasco a todos aquellos policías que hubiesen sufrido algún atentado o que estuviesen amenazados por etarras.

Pese a que ambas partes rubricaron el acuerdo el pasado verano, hasta la fecha ninguno de los agentes que han sufrido una acción terrorista ha abandonado Eskadi o Navarra. "La Administración estará esperando a que muera algún compañero para empezar a tomar medidas", recalcaron.

Aparte de los cursillos, la Secretaría de Estado para la Seguridad accedió a que los policías destinados en Euskadi y Navarra utilizasen placas de matrículas falsas en sus vehículos particulares cuando circulasen por las tres provincias vascas y que les fuera concedida la medalla al mérito policial al llevar más de un año trabajando allí.

Por otro lado, representantes de lossindicatos policiales y de la Dirección General de la Policía (DGP) mantendrán mañana, jueves, una nueva reunión para tratar de ponerse de acuerdo en el reparto a los miembros del cuerpo de tres mil millones de pesetas.

En estas negociaciones, que se prolongan desde 1989, los sindicatos pretenden que ese dinero sea repartido entre todo el colectivo, mientras que la DGP quiere dárselo, en concepto de productividad, a los agentes destinados en las grandes urbes, especialmente a los que trabajan en Sevila, Barcelona y Madrid.

El próximo año se celebrarán en las tres capital importantes eventos culturales y deportivos, que obligarán a reforzar la seguridad con más efectivos.