Alrededor de la una y cuarto de la tarde de ayer, dos jóvenes vestidos con ropa playera efectuaron cuatro disparos contra un individuo, que, egún las primeras versiones policiales, podría ser de origen árabe y tener unos 60 años.

El asesinato se produjo delante de un nutrido grupo de personas que paseaban por la confluencia de la calle Juan Ramón Jiménez y la avenida Ricardo Soriano, en el centro de Marbella.

El cuerpo de José Ramón López Arroyo presentaba cuatro orificios de bala, dos de ellos en el abdomen y los otros dos en los brazos.

Las investigaciones policiales han descartado finalmente que la víctima fuera de origen árab y que tuviera relaciones con el mundo del narcotráfico y las mafias internacionales asentadas en la Costa del Sol.

De acuerdo con las citadas fuentes, José Ramón López Arroyo llegó a Marbella el pasado 31 de julio, alojándose desde entonces en un céntrico apartahotel, en el que tenía reservada habitación hasta el próximo lunes.

Durante su estancia en el establecimiento no recibió mensajes ni visitas, haciendo una vida normal, como la de cualquier visitante solitario de Marbella en época estival. Un portavoz policial ha asegurado que se siguen barajando diferentes hipótesis, entre ellas la posible vinculación del asesinado con el mundo delictivo. En los antecedentes penales de José Ramón López Arroyo sólo figura una detención en 1990 por un delito de escasa importancia.