Esta conclusión aparece en un informe de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos de la Comisaría de Seguridad Ciudadana, documento que figura en una parte del sumario del 11-M sobre la que hoy levantó el secreto el juez Juan del Olmo, que dictó un auto de 125 folios en los que da a conocer esta decisión.

En este sentido, en el informe policial, que está fechado el 10 de junio del pasado año y llegó a la Audiencia Nacional cinco días después, se asegura que tanto en los atentados de Madrid como en otros que se perpetran en Israel se utilizaron clavos como metralla y el objetivo eran lugares públicos con gran afluencia de personas, como trenes y autobuses.

En la parte del sumario sobre la que Del Olmo ha levantado el secreto también se incluye una carta de uno de los siete terroristas suicidas de Leganés, Abdenabi Kounjaa, en la que éste se despide de su mujer y justifica la decisión que habían tomado los miembros del comando.

"No soporto", escribió Kounjaa, "vivir en esta vida como una persona débil y humillada bajo la mirada de los infieles y tiranos, ya que temo la pregunta de Dios".

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