La policía sólo devolvió parte de las joyas -------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

María Jesús Ojeda, empleada del taller "Viuda de Tornero", en el que en 1984 ocurrieron los hechos del denominado "caso Corroto", dijo hoy ante el tribunal que, cuando acudió a las dependencias policiales a prestar declaración, l mismo día del suceso, llegó a ver entre diez y quince mantas de joyería, por lo que pensó que los policías habian recuperado todo el botín que rovaron los delincuentes.

Según su versión, las mantas estaban en uno de los departamentos de la dirección general de Seguridad de la Policía y, aunque no las contó, cree que sobrepasaban la decena, a pesar de que los agentes sólo devolvieron cuatro al taller atracado.

La testigo aseguró también que como las mantas aparecían enrrolladas, no pudo comproba si mantenían las joyas en su interior.

"Al salir, le comenté a mi padre que estuviera tranquilo, por que se había recuperado todo el género", manifestó, al tiempo que agregaba que también Angelines López Maderuelo, la asistenta, llegó a ver las mantas.

Francisco Ojeda, padre de la testigo y oficial del taller de joyería, declaró que, en principio, no se extrañó de que sólo le devolvieran cuatro mantas, puesto que en ningún momento le dijeron que fueran la totalidad del botín rescatado por los agntes.

Calculó que eran quince las que había depositadas en el mostrador del establecimiento el día del atraco y que su importe se podía tasar en unos 25 millones de pesetas, en contra del informe del perito, que consta en el sumario, y que valora las joyas sustraidas en un total de 7 millones de pesetas, de los que se recuperaron 4.

Estimó que el perito incluyó en el inventario de las joyas robadas exclusivamente las que guardaban las mantas y no muchas de las que estaban sueltas en el mostrador ue eran, por otra parte, las mas valiosas.

Ojeada añadió que algunas de las joyas que devolvieron permanecían además en unas mantas que no les correspondían.

COMO SI LA CONOCIERAN

Según ambos testigos, el tiroteo comenzó poco después de que los atracadores salieran de las joyería. Los delincuentes, según Francisco Ojeda, "se movían por toda la casa como si la conocieran y fueron directos al despacho donde estaba el mostrador".

Francisco y María Jesús Ojeda identificaron a Feliciano Martín e Paredes y Pedro Pardo Ruiz el mismo día de los hechos, pero a José Fernández Corroto no le reconocieron hasta dos años más tarde, en una fotografía.

María Jesús Ojeda, que describió en principio al atracador que consiguió escapar como un hombre de 1,90 de estatuta y pelo castaño claro (caraterísticas físicas muy distintas a las de Fernández Corroto), tstificó que, quizás, exageró un poco su estatura, pero que cuando vio el album pudo identiticar su cara sin problemas.

La testigo negó, además, qe hubiera visto aFernández Corroto con anteriorirdad al atraco, en contra de sus declaraciones sumariales en las que reconoció al delincuente como "una persona que haía estado en la tienda con anterioridad, como representante".

"Si lo dije entonces, sería porque me sonaría su cara ese día, pero no lo puedo precisar", justificó.

(SERVIMEDIA)
21 Oct 1991
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