La última vez que los vecinos vieron al médico fue en la tarde del día 29 de diciembre, cuando regresaba a casa después de realizar compras en un supermercado para festejar su aniversario de bodas.

Varios vecinos aseguraron que Fernando Cuadrado entró, cargado con varias bolsas, en el portal de su domicilio. Sin embargo, no subió a casa y su mujer denunció la desaparición pocas horas después.

Desde que la familia cursó la denuncia, la policía no ha dejado de investigar el cao sobre la base de distintas hipótesis: desde un abandono voluntario del hogar a un secuestro o suicidio.

Los agentes encargados de las pesquisas rastrearon los inmuebles abandonados, próximos al domicilio del facultativo, y las playas cercanas, sin hallar ninguna pista.

Mientras que la policía cree que lo más probable es que Cuadrado Conejo dejase voluntariamente el hogar -pese a que no hay indicios de que saliera de viaje, ni movimientos en sus cuentas bancarias-, la familia sigue pensando que ue víctima de un accidente o secuestrado.

Su mujer, que en las últimas semanas ha insertado grandes anuncios en la prensa local, descarta que el médico se haya suicidado, por sus conviciones religiosas (es un católico militante), y, asimismo, rechaza la posibilidad de que haya abandonado, de forma voluntaria, a la familia, que cuenta con tres hijos.