UN POLICIA RELATA EN UN LIBRO SU LABOR COMO INFILTRADOEN GRUPOS ULTRAS DE FUTBOL
- Entre los hinchas violentos abundan chicos de familias acomodadas y cada vez hay más gente de menor edad
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Joven de entre 16 y 29 años, perteneciente a una familia de clase media-alta e interesado por el fútbol sólo como una excusa para compartir su ideología violenta con otros jóvenes. Este es el perfil medio del integrante de cualquiera de las decenas de grupos ultras que cada fin de semana acuden a los estadios españoles, y que ha retratado en un libro un policía que ha estado durante un tiempo infiltrado en varias de estas bandas.
Bajo el seudónimo de David Madrid, este agente desvela en "Insider" (Editorial Temas de Hoy) las interioridades de estos grupos radicales, las relaciones entre sus componentes y los estrechos contactos que tienen en muchos casos con organizaciones políticas extremistas, tanto de izquierdas como de derechas, aunque en su mayoría son de tendencia nazi.
Durante una rueda de prensa, el policía explicó que estos jóvenes tienen en buena parte de los casos y en contra de la opinión extendida, un nivel de estudios alto y un trabajo tan normal como el de cualquier otro ciudadano de lunes a viernes.
Pero llega el fin de semana, y con la ayuda del alcohol, que está muy presente entre ellos, se transforman y derivan su pasión por la violencia hacia el fútbol.
Según Madrid, estos fanáticos, pese a lo que pueda pensarse, no tienen una gran pasión por el fútbol y sólo lo utilizan para compartir la que es su verdadera pasión, la violencia, en los prolégomenos de los encuentros, durante su presencia en los estadios y a la salida, gane o pierda su equipo. "Se reúnen horas antes de los partidos, intercambian lotería o fanzines de ideología violenta, y luego pueden marcharse juntos a conciertos de bandas skins o a beber", explica el agente.
A su juicio, la legislación actual es suficiente, pero los clubes deberían y podrían hacer mucho más para erradicar este fenómeno.
Por ejemplo, mandándoles a gradas alejadas del césped aunque se resienta el apoyo del público a su equipo y teniendo mayor responsabilidad de lo que ocurra en los aledaños de su estadio al término de los encuentros.
Madrid cree que es loable en este terreno la labor del presidente del F.C. Barcelona, Joan Laporta, quien durante lo que lleva de mandato ha reducido de forma notable la presencia de los violentos "Boixos Nois".
En cuanto a los futbolistas, considera que algunos de ellos pecan de un trato demasiado deferente hacia estos fanáticos escudándose en el gran apoyo que les brindan como aficionados.
Madrid se vio obligado a abandonar las labores de información que desarrollaba como infiltrado cuando el grupo al que pertenecía en ese momento empezó a sospechar de él porque no participó en una agresión a un aficionado del Manchester.
(SERVIMEDIA)
20 Abr 2005
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