A través de un comunicado, Interior informó de que "en estos momentos todas las vías de investigación están abiertas" para tratar de aclarar quién está detrás de esta acción.

El ministerio explicó que las Fuerzas de Seguridad fueron informadas pasadas las ocho de la mañana de que unos trabajadores habían encontrado frente al Instituto Italiano lo que parecía ser una cafetera metálica, de la que salían unos cables eléctricos.

Tras este avisó, se desplegó un dispositivo especial en el lugar, con la participación de unidades de Seguridad Ciudadana y TEDAX, que procedieron a acordonar la zona.

Según Interior, en el momento en el que un agente y un perro inspeccionaban la cafetera se produjo una explosión, que lanzó al animal a una distancia de cinco metros y le provocó la muerte al instante. Por su parte, el policía sufrió heridas leves en el brazo y en el costado, por lo que fue trasladado a un centro hospitalario para una revisión médica.

La onda expansiva del artefacto causó también daños en una puerta metálica de las inmediaciones, que resultó totalmente hundida hacia su interior tras la explosión.

El departamento que dirige José Antonio Alonso destacó que "la gran preparación, adiestramiento y alto grado de disciplina" que el policía herido había proporcionado a su perro, Pretto, de raza labrador, permitió que el agente no sufriera heridas de consideración.