Según informó la Policía Nacional, la investigación se inició a principios de año, cuando las autoridades detectaron la existencia de una organización criminal asentada en el sur de España, que estaría importando grandes cantidades de cocaína, procedente de Latinoamérica.

El método que usaban era la ocultación del estupefaciente en maletas que evitaban los controles aeroportuarios, al contar con la colaboración de trabajadores de los aeropuertos de origen.

En un primer momento, las pesquisas permitieron identificar a uno de los miembros de la organización que ocupaba uno de los eslabones intermedios y posteriormente se pudo constatar la existencia del entramado criminal.

Una vez identificados los miembros de la red criminal, y tras varias averiguaciones, los agentes llevaron a cabo un operativo que culminó con la incautación de una maleta que contenía 24 kilogramos de cocaína y que acababa de ser introducida en España a través del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, así como también 120.000 euros en efectivo.

Tras el operativo, se procedió a la detención de los siete integrantes de la organización criminal y se practicaron cuatro registros domiciliarios en la provincia de Málaga. En estos registros se incautaron nueve vehículos, varios teléfonos y relojes de alta gama, 110.000 euros en efectivo, más de 26 kilogramos de cocaína, casi ocho kilos de cocaína rosa, un arma de fuego y 500 cartuchos.