La operación de trasplante de médula a la que fue sometido ha reultado ser un éxito y Miguel tiene ya el alta médica en el bolsillo.

Su organismo ha reaccionado bien a un intenso tratamiento de quimioterapia y los fuertes dolores de espalda que sufría han remitido bastante y desaparecerán casi por completo con el proceso de rehabilitación que deberá seguir en España.

Ahora, su único deseo es volver a nuestro país, encontrarse con sus familiares y dar las gracias a las personas que, con su solidaridad y apoyo, le han ayudado a vencer la enfermedad.

Mari Crmen, hermana del policía, declaró hoy a Servimedia que anoche habló con Miguel, que estaba radiante de alegría. "Lo primero que me dijo", agregó, "es que ya tenía el alta y estaba loco por volver a España. Le había cambiado hasta la voz apagada que tenía estos meses de atrás".

Sus hijos, Laura y Miguel, de 11 y 5 años, daban botes de alegría cuando se enteraron de la feliz noticia y, desde entonces, sólo están ocupados en contar los días que faltan para el regreso de sus padres, hecho que se producir casi con toda seguridad el próximo día 10.

"MIS DOS AMORES"

Los pequeños lo han pasado muy mal durante todo este tiempo. Mari Carmen contaba que hace varios días se emocionó cuando el niño, a la hora de comer, se puso las manos en la frente y dijo, como si de una persona adulta se tratara: "Se me han escapado mis dos amores (padre y madre) a América".

"Al final todo ha salido bien; mejor, imposible", subraya Mari Carmen, quien recordó que ella tenía miedo porque sabía que la operación y la estncia en Estados Unidos eran muy costosos y dudaba de que su hermano consiguiera reunir el dinero suficiente. Posteriormente, su temor era que se acabara si el tratamiento se prolongaba mucho tiempo.

El caso de Miguel López, de 37 años, adscrito a la Unidad de Seguridad de la Zona 3 de la Policía Muncipal de Madrid, saltó a los medios de comunicación a raíz de la colecta realizada por sus compañeros del cuerpo y los funcionarios del Ayuntamiento, con el fin de costear la intervención quirúrgica y su esancia en el hospital M.D. Anderson, de Houston.

Al final, el policía consiguió reunir 20 millones de pesetas, aunque las previsiones iniciales se desbordaron y Miguel necesitaba otros 6 millones para emprender el viaje.

SOLIDARIDAD

Fue entonces cuando la solidaridad de los madrileños -que se enteraron de su situación por los medios informativos- y la de personas de todos los puntos de España hizo posible completar esa cantidad.

Durante los dos meses que ha estado en Houston, Miguel, que entodo momento ha estado acompañado de su esposa, María José, ha recibido numerosas cartas de compañeros, amigos y hasta desconocidos que se han interesado por su estado.

En las últimas semanas el agente municipal había añadido un nuevo motivo de preocupación a su ya de por sí difícil situación. Miguel, que en la actualidad se encuentra en una silla de ruedas, quería ayuda para que, a su vuelta a España, le buscasen una casa de planta baja que se adaptase a sus limitaciones de movilidad.

En aquella fechas declaró a Servimedia: "Yo tengo vivienda propia en Vallecas, pero está en una tercera planta. Me gustaría que me la cambiaran por otra de planta baja que se adaptara mejor a mi actual situación. Quizás el Ayuntamiento tenga posibilidades de conseguirlo. Yo. por mi parte, estaría dispuesto a dar el dinero que pudiera".

José Manuel Morales, director de la Policía Municipal, aseguró entonces que tanto él como los responsables municipales harían todo lo que estuviera en su mano para ayudar a Migue.