Juan Francisco Espinosa, separado de su esposa, convivía desde hacía cinco años con la víctima, Concepción Fernández García, d 24 años, con la que tuvo una niña de 2 años, que estaba durmiendo en el dormitorio de su padre cuando este disparó contra la mujer.

Los hechos ocurrieron cuando el agente, destinado en el centro policial de la carretera de Canillas, llegó anoche a su casa y se encontró con que su compañera no estaba en ella. Su suegra le dijo que había salido, sin especificar a dónde.

Al parecer, las relaciones de la pareja eran tensas desde hacía tiempo y solían mantener discusiones con bastante frecuencia, debdo a los celos del policía, según fuentes policiales.

Fuentes oficiales señalaron que la pelea comenzó cuando Concepción Fernández llegó de madrugada a la vivienda, situada en la carretera de Barcelona. Tras mantener un enfrentamiento verbal, el agente cogió su arma reglamentaria y disparó cinco veces contra la mujer.

El primer análisis balístico señala que dos de los disparos dieron en el pecho de la mujer y le causaron la muerte en el acto. A los pocos minutos, el agente sacó el cargador del ara y llamó al 091 para contar lo ocurrido.

Hoy declaró ante sus compañeros del Grupo de Homicidios y posteriormente pasó a disposición judicial. La niña de la pareja ha quedado a cargo de su abuela materna, que, pese a estar en la casa, no pudo hacer nada para evitar el enfrentamiento.