La detención de Erik el belga se produjo el pasado jueves, a fin de ser extraditado a su país de oigen, al estar interesada su detención por aquellas autoridades por su implicación en el robo en 1980 de veintiseis esmaltes de los siglos XII y XIII del museo municipal de L'Eveche en la ciudad francesa de Limoges.

Estas obras estaban valoradas en más de veinte millones de francos franceses. El robo fue cometido por los hermanos Hecht, siendo Erik el belga el que las distribuyó por distintos países, al tener unos conocimientos exhaustivos del valor de las obras así como de las legislaciones vigentes n esta materia en multitud de naciones.

Erik el belga fue detenido en Barcelona en 1982 por funcionarios del entonces recién creado Grupo de Defensa del Patrimonio Artístico, logrando entonces la recuperación de gran cantidad de obras de arte, esparcidas por diversos países europeos, y que habían sido robadas en gran parte de las iglesias de Cataluña, Castilla-León, Castilla-La Mancha, Galicia y otras zonas españolas.

Para el traslado a su destino, Erik el Belga contrató los servicios de un transorte TIR, llegando a seccionar algunas de las obras por sus enormes dimensiones, como fue el caso del Retablo de la Iglesia de Betanzos, que fue vendido por partes en distintas ciudades alemanas.

Al ahora detenido se le vincula con más de cuarenta robos en iglesias, ermitas, catedrales y museos religiosos, la mayoría de ellos sin las medidas oportunas de seguridad, ricas en cuadros, tallas y retablos, principalmente de la época románica.

Van Der Bergher llegó a aprovecharse de la falta de documenación y catalogación que las autoridades eclesiásticas tenían sobre sus propias obras, lo que facilitó el expolio.

Tras ser detenido en Barcelona en 1982, Erik el Belga fue trasladado a Madrid, donde necesitó ser ingresado en un centro hospitalario bajo custodia policial al sufrir una crisis diabética, Y logró escapar de la vigilancia descolgándose de la habitación con una sábana. Posteriormente fue detenido en un control policial.

En la actualidad, Erik el Belga se encuentra internado en un hosptal de Málaga, a consecuencia de diversas dolencias, de las que la Policía aguarda a su recuperación para ser entregado definitivamente a las autoridades de Bélgica.