Los hechos se produjeron el pasado fin de semana cuando la policía, alertada por unos vecinos de la zona, se personaron en la única puerta de acceso a la Seo mallorquina donde verificaron que, en efecto, los dos detenidos procedían al cobro de la entrada a los igenuos turistas que se proponían acceder al interior.

El juez deberá decidir ahora si los dos jóvenes son acusados o no de un presunto delito de estafa. En cualquier caso, es la primera vez que se produce un caso de picaresca similar en la catedral de Palma, en cuyos alrededores sí es frecuente el fenómeno de las "claveleras", mujeres que formando un grupo de cinco a diez personas ofrecen claveles a los turistas y que aprovechan la ocasión para sustraer la cartera al incauto que accede a sus propósito.