Durante la mañana de hoy se practicó la autopsia al cadáver de Angel Diago Ferrero, de 54 años y doctor jefe de la unidad de Aparato Digestivo del Hospital Nuestra Señora de Aránzazu de la capital guipuzcoana. Los resultados de dicho análisis no se darán a conocer hasta los próximos días, cuando finalice el informe del servicio de toxicología.

Paraestablecer las causas del fallecimiento y del estado de coma de María Guadalupe Larratxe, de 48 años, habrá que esparar, según señalaron fuentes de la 'Ertzaintza', a la conclusión de la investigación.

Una de las hijas del matrimonio, Marina Diago, también resultó afectada, aunque de carácter leve, por lo que se encuentra en el hospital en observación. La joven también consumió, la noche del pasado lunes, ajos tiernos embotados, que es el alimento que podría encontrarse en mal estado. Otra de sus hija que no consumió los ajos no padece estos síntomas.

El hecho se conoció el pasado martes, cuando uno de los compañeros de hospital de Angel Diago sospechó que algo le ocurría, al no haber acudido a su puesto de trabajo. Al llamar por teléfono, su hija Marina le comunicó que sus padres habían pasado muy mala noche y les iba a dejar dormir.

Una vez que el compañero de trabajo del fallecido concluyó su jornada en el centro sanitario, acudió al domicilio de los Diago y comprobó que su colega había falecido y que la esposa se encontraba en estado de coma. La hija de ambos también presentaba síntomas de intoxicación.

Según el parte médico facilitado hoy por el centro sanitario donde permanece ingresada Guadalupe Larratxe, ésta se encuentra "en coma profundo por causas aún no especificadas".

La noticia de la muerte del médico de la sección de digestivo ha causado una profunda consternación en su entorno profesional y un cierto desconcierto, ya que el estado tanto del fallecido como de los enferos no concuerda del todo con el cuadro típico del botulismo, por lo que también se están realizando investigaciones en el laboratorio del centro hospitalario con cobayas, "aunque estos resultados no se conocerán hasta pasado un mes", según fuentes hospitalarias.

Otra de las hipótesis que baraja la 'Ertzaintza' es la posibilidad de que hubiera un escape de gas, aunque es más improbable, ya que la fábrica municipal de Gas de San Sebastián no recibió ningún aviso por parte de los vecinos, ni la Policía s ha puesto en contacto con ellos.