Según informó hoy la Dirección General de la Policía, la operación que permitió la desarticulación de esta banda comenzó hace cuatro meses, fecha desde la que funcionarios del Servicio Central de Estupefacientes investigaban las presuntas actividades ilegales que podían estar cometiendo dos conocidos traficantes de cocaína apodados "Fercho" y "Wilson.

Los policías sospechaban que estos individuos podrian haber sido enviados desde Colombia par establecer una red dedicada a la distribución de cocaína en España. Esta vigilancia permitió la identificación de otros miembros de la banda residentes en Madrid

El pasado día 22, los funcionarios detuvieron a Diego M.R., identidad española falsa que utilizaba "Wilson"; Ernesto Castillo Calderón, "Fercho"; René Raúl Varela Tizón, y seis personas más, todas de nacionalidad colombiana, a los que interviniron los 35 kilogramos de cocaína, unos dos millones y medio de dosis, y tres vehículos.

La droga intervenida procede de un resto de una partida introducida anteriormente y que, quizá debido a la detención de los componentes del equipo anterior de narcotraficantes, había permanecido escondida. Los responsables de la organización en Colombia enviaron entonces a "Fercho" y a "Wilson" para sacar la cocaína al mercado y, con el dinero obtenido por su venta, montar una nueva estructura.

La droga, debid al tiempo que estuvo almacenada, tuvo que ser "lavada" por los detenidos, lo que realizaron presumiblemente en uno de los pisos que utilizaban.

A pesar de estas detenciones, los funcionarios continuaron investigando para lograr detener al máximo responsable de la organización en España. El pasado día 27 arrestaron a otros tres colombianos, que llevaban documentación venezolana falsa, entre ellos a Jorge Elieser Jiménez Oses, el considerado máximo dirigente de la banda.

Además, intervinieron trescoches y en un registro en un piso del madrileño barrio del Pilar, descubrieron cinco millones de pesetas en diversa moneda y sofisticados aparatos de comunicaciones.

Sin embargo, los indicios descubiertos hicieron sospechar a los funcionarios de la existencia de otro piso de seguridad, llamado "olla" por los narcotraficantes que lo utilizan para guardar el dinero, y que finalmente fue localizado.

Los policías entraron en él gracias a la ayuda de los Bomberos, ya que en su interior había una persna que se negaba a abrir la puerta, y que habitualmente es un miembro de toda confianza de la organización que custodia el dinero.

Estas personas tienen instrucciones de no abrir a nadie que no hall llamado previamente por ninguno de los medios de comunicación y que, en el momento de llegar al piso, tiene que dar, además, una clave, con la finalidad de evitar que el dinero caiga en manos de la Policía.

En la casa, los agentes hallaron numerosos documentos, aparatos de comunicaciones y unos 175 milones de pesetas en efectivo, en billetes de todas clases.

Todos los detendiso, así como la droga, el dinero y los efectos intervenidos fueron puestos a disposición de la Audiencia Nacional.