Francisco Porras había anunciado su autolesión para las doce del mediodía. Al parecer, una asociación de titiriteros e convenció para que retrasara media hora su peculiar protesta, mientras intentaban hablar con el concejal de Cultura, Pedro Ortiz.

Porras esperó sentado en una silla, junto a una mesa camilla cubierta con un tapete azul en la que había una guillotina construida con la hoja de un hacha y con una placa que rezaba: "Cortadedos del Ayuntamiento".

Asimismo, había un pequeño ataud y una corona de flores, también de pequeño tamaño, con la inscripción "A mi dedo". Además estaba rodeado de unas fotocopia aumentadas y enmarcadas de noticias aparecidas en la prensa sobre su caso y una oración denominada "El Ayunta-miente. Oración para ser rezada todos los días a la hora del Angelus en la Plaza de la Villa".

Cuando estaba realizando una entrevista para un medio de comunicación, Francisco Porras se levantó de improviso y se dispuso a introducir el dedo en la guillotina.

Ante la sorpresa de los periodistas y los curiosos que estaban en la Plaza de la Villa, tres individuos vestidos de paisano le cogiron por la fuerza, introduciéndole en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y cerrando la puerta.

Mientras la muchedumbre gritaba que era un secuestro y pedía la identificación de los tres hombres, la familia de Porras, que se encontraba allí (su mujer, un hijo y una hija), imploraban que les dejaran pasar, mientras demandaban una explicación.

La familia pudo pasar y el resto de las personas congregadas permanecieron a la espera. Finalmente, tras un cuarto de hora, Francisco Porras saló.

"Que se me apalee por intentar defender los intereses de los niños de Madrid no me parece bien", manifestó. "Que se me retenga o se me detenga, o lo que sea, que no sé lo que ha sido, que se me rapte, no tengo ni idea del porqué".

Francisco Porras declaró que va a seguir intentando que el Ayuntamiento cumpla su palabra. "Si no pueden cumplirla porque no tienen dinero, que no prometan y no hagan nada, y si lo prometen que lo cumplan", dijo.

"Que no me digan que no hay un presupuesto para iiciar unas obras que para el Ayuntamiento son cuatro pesetas", agregó Porras. "Un Ayuntamiento que gasta centenares de millones diarios, que no me diga que no dispone de cinco o seis millones para iniciar unas obras para los niños de Madrid, que también tienen derecho, que también son madrileños".

Al parecer, el concejal Pedro Ortiz ha anunciado una reunión con Francisco Porras para esta tarde, a lo que el titiritero contestó: "Me parece muy bien hablar con ese señor, pero si partimos de la base que ete señor ha dicho que lo harán cuando tengan dinero, pues no lo harán, porque eso ya me lo han prometido".

Esta es la segunda supuesta intentona de Francisco Porras de autolesionarse por el mismo motivo. El director del Teatro de Marionetas del Retiro amenazó que el 25 de julio de 1990 se quemaría "a lo bonzo", acción que no llegó a cumplir al llegar a un entendimiento con el Ayuntamiento.