Este plan, que entró en vigor en enero de 2006, tiene como objetivo detectar y erradicar el consumo de drogas ilegales en las zonas escolares y sus proximidades.

En esta última fase se pondrá una especial atención en los centros de secundaria, en donde se ha detectado una mayor presencia de tráfico de estupefacientes, según el Ministerio del Interior.

En las cuatro fases desarrolladas hasta ahora se han practicado 201 detenciones, se han desmantelado 89 puntos de venta y se han presentado 4.877 denuncias por tenencia y consumo de droga.

Como consecuencia de estas actuaciones, la Policía y la Guardia Civil han intervenido diversas drogas y sustancias estupefacientes, entre ellas 18 kilogramos de hachís, 3,7 kilogramos de marihuana y algo más de 2 kilogramos de cocaína.