Según informaron fuentes no oficiales solventes, el individuo, que tiene antecedentes penales, es vecino de la familia de la niña, en el barrio onubense de Isla Chica, uno de los más populosos de esta capital.

Las mismas fuentes dijeron que, una vez concluidos los interrogatorios oliciales, el hombre pasará a disposicón judicial, "seguramente, en el curso de esta tarde"

Sin embargo, los portavoces de la Jefatura Superior de Policia y del Gobierno Civil de la provincia consultados por esta agencia, no quisieron "ni confirmar ni desmentir" la noticia.

De acuerdo con las referidas fuentes solventes, la detención del individuo fue obra de agentes de la Policía Judicial de Huelva, que son los encargados directos del caso prácticamente desde que los padres denunciaron la desapaición de Ana María, el 16 de febrero pasado.

En las últimas semanas, una docena de agentes especiales de la policía madrileña se trasladaron a Huelva, para colaborar con sus compañeros onubenses en las tareas de investigación.

El cadáver de Ana María, desnudo, en avanzado estado de descomposición y con señales de violencia, fue localizado a la una de la tarde de este pasado viernes, en una zona de marismas, de difícil acceso, a la orilla de la ría del Tinto, a su paso por esta capital.

La caeza, seccionada y separada del tronco, estaba a unos cincuenta metros del lugar donde encontraron el cuerpo; un dato que, en opinión de la gobernadora civil de Huelva, Violeta Alejandre, los investigadores de la policía seguían tratando de aclarar hoy.

Cientos de personas participaron en el funeral y entierro de la pequeña, que se desarrolló en la tarde de este sábado pasado, en el cementerio de La Soledad, de Huelva, en medio de numerosas escenas de dolor; actos fúnebres que presidió el obispo de la iócesis, monseñor González Moralejo.