El detenido, de 47 años, que lleva más de 30 años residiendo en España, distribuía las cintas desde un apartado de correos español.

Aunque en un primer momento el ciudadano alemán negó su implicación en los hechos, tras serle mostradas las pruebas recogidas halladas manifestó que se dedicaba a stafar a sus clientes, y que, en realidad, no enviaba cinta alguna por correo.

Tras un registro en el domicilio del sospecho, se incautaron un centenar de cintas de vídeo con pornografía infantil, así como un ordenador, cintas de vídeo-cámara y documentación relativa a los clientes.

La investigación ha sido realizada con la ayuda de la Embajada de Alemania a través de sus Oficiales de Enlace. La Policía espera que del examen de la documentación intervenida, la operación sea continuada con la idenificación de otros delincuentes sexuales y sus víctimas.