A pesar de que la Policía malagueña había iniciado una pertinaz investigación sobre el grupo que comandaba Roger Van Marcke, éste logró huir por esacasos segundos, siendo detenidos los otros dos integrantes de la banda, un hombre y una mujer de nacionalidad belga y holandesa respectivamente.

Según las investigaciones, Van Marcke, que es un conocido delincuente internacional, utilizó varios nombres falsos, con los que alquilaba locales comerciales y pisos en la Csta del Sol, que dedicaba para la instalación de oficinas de intermediación para la consecución de préstamos, tasasiones de viviendas, agentes publicitarios, oficina de colocación, así como un largo etcétera.

Van Marcke solicitaba la comisión de su intermediación por anticipado, sin que los préstamos, tasaciones o colocaciones se llegaran a ejecutar, para desmantelar posteriormente las instalaciones y desaparecer sin dejar rastro alguno. Las oficinas de atención estaban repletas del más moderno materil ofimático, según la Policía "para dar buena imagen".

La banda de estafadores nunca llegó a pagar ningún alquiler de los muchos locales e inmuebles utilizados para su actividad delictiva.

La Policía considera que esta banda de delincuentes podría haber estafado cientos de millones, ya que la mayoría de los afectados no han presentado denuncia alguna. Van Marcke y sus socios cobraban desde cincuenta mil a doscientas mil pesetas por su supuesta intermediación.

Al parecer, tras la huida de la osta del Sol, el ahora detenido Roger Van Marcke se dedicó a realizar estafas similares en diversos puntos de Cataluña.