Según informó hoy en un comunicado el citado cuerpo policial, de los 29 arrestados, nueve son los máximos responsables de la organización, a quienes se les imputandelitos "contra los derechos de los ciudadanos extranjeros","contra los derechos de los trabajadores", "relativos a la prostitución", "quebrantamiento de condena" e infracción a la Ley de Extranjería.

Seis de ellos son españoles y el resto de nacionalidad dominicana, paraguaya y bosnia. Las veinte personas restantes son ciudadanas extranjeras, a las que se ha incoado expediente de expulsión por infracción a la Ley de Extranjería.

La organización investigada operaba principalmente con mujeres paraguayas, generalmente menores de treinta años y con problemas familiares, a las que captaba en su país de origen ofreciéndoles trabajos como camareras de restaurante o similares y facilitándoles la documentación necesaria.

Además, los captadores aleccionaban a las mujeres sobre la vestimenta que debían llevar, lo que tenían que responder en caso de ser interrogadas por los policías que prestan sus servicios en fronteras y les entregaban 1.000 euros para simular que llegaban a España como turistas.

La ruta que realizaban era Asunción-Sao Paulo-París, desde donde se trasladaban a España, preferentemente por vía aérea hasta Bilbao. Allí las recogían los miembros de la red y las trasladaban hasta los clubes de destino, donde se las despojaba del dinero entregado, se les explicaba en qué iba a consistir su trabajo, así como que tenían una "deuda" con la organización que ascendía a 3.000 euros, más lo que habían de pagar a diario en concepto de alojamiento y manutención, alrededor de 40 euros.

Para amortizar esta deuda, se les indicaba que deberían "alternar" y mantener relaciones sexuales con los clientes de los clubes donde se encontraban.

Entre los efectos intervenidos por los agentes en los tres clubes de alterne registrados figuran billetes de avión, cuadrantes de caja, cuadernos con anotaciones del trabajo realizado por las mujeres, numerosos resguardos de envíos de dinero, documentación acreditativa de la amortización de la "deuda" que, en el caso de uno de los establecimientos ascendía a 6.000 euros, entre otros implicatorios de las actividades que desarrollaba la organización desarticulada.

Los artífices de la desarticulación de esta red han sido agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la UCRIF Central (Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales) de la Comisaría General de Extranjería y Documentación, en colaboración con las Brigadas Provinciales de Extranjería y Documentación de Zamora, León y Palencia,