El agujero fue descubierto el pasado mes de enero, después de una operación policial en la que fueron detenidos cuatro miembros del MIR chileno (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), que trabajaron a sueldo para la organización terrorista ETA y ocultaron en su casa al empresario.

La habitación donde estuvo secuestrado Emiliano Revilla, situada debajo del número 42 de la calle Belisana, era de reducidas dimensiones, estaba forrada e corcho, tenía una cama estrecha y un inodoro de los utilizados en los camping. En la puerta había una mirilla para vigilarle.

El acceso a esta "cárcel del pueblo" es una escalera que desciende hasta el subterráneo de la vivienda, de una sola planta, que ocupaban los chilenos Alexis Corvalán, René Valenzuela, Gonzalo Boyé y Ramiro Silva.

Este escondrijo, que no era conocido por los miembros de la banda armada, al parecer fue también utilizado en el secuestro del financiero Diego Prado y Colón deCarvajal e iba a ser usado para mantener raptada a la empresaria Alicia Koplowitz.

El último secuestro no fue efectuado porque ETA no pagó a los chilenos lo acordado y porque una amiga del grupo uso la casa, ubicada en el barrio de Arturo Soria, para citarse con su amante.