Las imágenes en las que aparecían reflejadas las agresiones sufridas por los niños eran distribuidas a otros individuos, consumidores habituales de este material, a través de canales secretos de Internet.

En la operación policial han sido detenidos cinco individuos y se han practicado registros en Murcia (cinco), Barcelona, Lérida y Orense.

En febrero pasado, la Policía detectó la existencia en Internet de una red que producía e intercambiaba imágenes y vídeos de bebés violados, uno de cuyos miembros más activos en foros y comunidades era un usuario que utilizaba el "nick" (apodo) "Nanysex". Su existencia era conocida por la Policía por las declaraciones de algunos pedófilos detenidos.

A partir de ese momento se intensificaron las gestiones policiales con el objetivo de identificar a los miembros que integraban la organización y se activaron los mecanismos de colaboración policial internacional.

INVESTIGACIONES

La Secretaría General de Interpol informó a la Policía española de la detección de varias imágenes que se intercambiaban en círculos privados de Internet. En ellas aparecía un niño de poco más de un año de edad que era violado por, al menos, dos individuos que grababan las escenas con cámaras digitales de fotografía y vídeo.

El análisis de las imágenes llevó a los agentes del Grupo de Protección al Menor de la Brigada de Investigación Tecnológica a establecer que las imágenes habían sido tomadas en España, al observar que el niño sostenía en la mano un billete de Cercanías de Renfe, obtenido en una máquina expendedora de la estación madrileña de Atocha y que permitía viajar hasta la corona denominada B-3, con parada en varias poblaciones próximas a la capital, entre ellas Villalba.

Se observó igualmente que en una de las imágenes aparecía una toalla perteneciente al Hospital La Paz y en otra un teclado que contiene la letra "ñ", de un modelo que sólo se vende en España. Además, otros detalles de las imágenes permitieron determinar que el lugar donde se cometieron los abusos estaba ubicado en el norte de Madrid.

A partir de estos datos se inició una minuciosa investigación que contó con el apoyo de la Policía Municipal de numerosas localidades, así como de instituciones sanitarias, escolares e institucionales, como la del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.

Paralelamente se seguía la pista en Internet de "Nanysex", cuyo rastro apuntaba a la comunidad murciana. Al mismo tiempo, los agentes localizaron el lugar exacto donde se había grabado una agresión a un bebé, un inmueble alquilado en la localidad de Collado-Villalba (Madrid), que había sido utilizado por Alvaro I.G., de 23 años, entre los meses de agosto de 2003 y febrero de 2004.

También se averiguó que este individuo había realquilado algunas de las habitaciones a otras personas. Igualmente, la Policía identificó al bebé violado en las imágenes, A.L.G,. de 2 años.

IDENTIFICACIONES

Todas estas gestiones hicieron posible la identificación de los dos agresores que participaron en la violación del bebé: Alvaro I.G., de 23 años y residente en Murcia, y Eduardo S.M., de la misma edad y domiciliado en Lérida. Ambos son amigos y agredieron sexualmente al bebé cuando el primero de ellos residía en la localidad de Villalba.

A través del examen de numerosos vídeos se ha comprobado que Alvaro I. ha agredido sexualmente, al menos, a otros seis niños de edades comprendidas entre 1 y 5 años, grabando sus abusos y compartiéndolos por Internet.

Estos vídeos fueron localizados en Murcia en el registro efectuado en casa de Antonio O.M., de 43 años, a quien se imputa un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil.

Además, fue arrestado J.C.C., de 39 años y también residente en Murcia, que tenía en su poder una cinta de vídeo original de la grabación de una de las violaciones cometidas por Alberto I.

En Orense fue detenido José G.C., alias "Aza", de 24 años, acusado de sucesivas violaciones de dos niños de 7 y 9 años. Queda acreditada la participación también en estas agresiones sexuales del ya citado Eduardo S.M., que fue detenido en Barcelona.

La Policía destaca la extrema perversión de los agresores, su juventud y la elección siempre de niños varones para cometer las violaciones. Además, algunos de los detenidos, como Alvaro I., se ofrecían como "canguros" para cuidar bebés.