En los últimos meses, Melilla ha sido el centro elegido por individuos de origen centroafricano para alcanzar, de forma ilegal, las costas continentales de Europa, en busca de nuevas condiciones de vida, lo que supone una nueva modalidad de inmigración clandestina.

Sgún las primeras investigaciones, los cuatro detenidos -perfectos conocedores de los puestos fronterizos hispano-marroquí y de la ciudad de Melilla- forman parte de una red organizada que, tras previo pago, ayuda a cruzar la alambrada de separación entre ambos países y conducirlos hasta el antiguo hospital de la Cruz Roja, donde confundidos con un centenar de inmigrantes ilegales podrían obtener el estatuto de refugiado político o asilo.

Con el objetivo de frenar esta actividad, la Delegación del Gobirno en Melilla ordenó un servicio de custodia en torno al edificio de la Cruz Roja, destinado a controlar el acceso a dicho inmueble de personas no autorizadas para ello y que se encuentran ilegalmente en España, procedentes de Marruecos.

Así, agentes del Cuerpo Nacional de Policía pudieron abortar el intento de los centroafricanos de penetrar en el hospital de la Cruz Roja y procedieron a la detención de cuatro marroquíes, domiciliados en Nador, localidad situada a doce kilómetros de Melilla.

Lo cuatro arrestados, que han ingresado en prisión por orden del Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla, han sido acusados de delitos contra la libertad y seguridad del trabajo.