Tanto las fuerzas de seguridad del Estado como la "Ertzaintza" continúan con las labores de búsqueda de los tres etarras, así como del lugar en el que tuvieron escondido a Iglesias durante los casi cuatro meses que permaneció secuestrado.

Funtes policiales manifestaron a Servimedia que no existe un especial despliegue de agentes, sino que la investigación se está haciendo de una manera rutinaria.

La espectacular operación policial para "peinar" los alrededores del monte Adarra, entre las localidades guipuzcoanas de Hernani, Urnieta y Andoáin, donde se creía que podían estar los miembros del "comando Donosti" de ETA, fue desmontada poco después de que Julio Iglesias fuera puesto en libertad, el 29 de octubre, en la localidad de Eibar, al tro extremo de la provincia.

Ahora, los Grupos Antiterroristas Rurales (GAR) de la Guardia Civil continúan rastreando los montes, pero de una manera "rutinaria", afirmaron las mismas fuentes, ya que se desconoce dónde pudo estar escondido el ingeniero.

Al día siguiente de su liberación, Julio Iglesias declaró ante la policía en el Gobierno Civil de Guipúzcoa. Según las citadas fuentes, las manifestaciones del directivo de Ikusi no han sido excesivamente importantes.

Por su parte, la Policía utónoma Vasca también mantiene abiertas sus líneas de investigación después de la reunión que el viceconsejero de Interior, José Manuel Martiarena, mantuvo con el propio Julio Iglesias.