Los tres responsables de la red, que fueron detenido en Madrid capital y en Paracuellos del Jarama, están acusados de delitos de estafa, falsificación de documentos e infracción de la Ley de Extranjería.

El "modus operandi" del grupo consistía en la captación de empresarios o responsables de compañías en todo el mundo, utilizando todos los medios posibles, incluso Internet, a los que ofrecían la posibilidad de realizar inversiones en las que estaban en juego cantidades de dinero desorbitadas.

Tras ponerse en contacto con algún empresario dispuestoa participar en el negocio, y abusando de su buena fe, le enviaban cartas en las que le explicaban las condiciones de las operaciones a realizar, simulando encontrarse en posesión de enormes cantidades de dinero que deseaban invertir.

En el transcurso de la investigación se procedió al registro de un chalé de lujo que los detenidos poseían en Paracuellos del Jarama, donde fueron intervenidos ordenadores, un escáner, una fotocopiadora-impresora, una guillotina, diverso material de oficina, más de quinintos fajos simulando ser billetes de cien dólares americanos -por un valor aproximado de 90 millones de dólares-, numerosos paquetes de cartulias negras del tamaño de billetes de cien dólares y cinco pasaportes de la República de Nigeria, uno de Inglaterra y otro de EE.UU., todos falsificados.