Los responsables de la red, según la Dirección General de la Policía, habían dispuesto toda la infraestructura creada para el transporte de la droga para introducir en el futuro ilegalmente ciudadanos marroquíes a través de las costas españolas.

Los magrebíes tenían que pagar por el traslado una cantidad superior a los mil euros. Si no disponían de efectivo, les ofrecían la posibilidad de formar parte de la infraestructura en labores de carga y descarga de la droga y, de este modo, conseguían arribar a las costas españolas.

En la operación policial fueron detenidos quince individuos y se han intervenido 1.500 kg. de hachís, una embarcación y otros efectos e instrumentos.

Además de la droga incautada, la Policía intervino una lancha rápida de 13 metros de eslora y 800 caballos de potencia, una pistola Llama del calibre 45, dos katanas y un machete grande, teléfonos por satélite, material informático y varios vehículos de lujo.