Los detenidos insertaban publicidad "masiva y no consentida" en Internet, con el objetivo de atraer a los usuarios de estos canales, principalmente menore de edad, hacia enlaces de contenido pornográfico que requerían el previo pago con tarjeta de crédito o la conexión con un teléfono 906, con el consiguiente perjuicio económico.

Tras varios meses de investigación, a raíz de las denuncias presentadas en la comisaría Provincial de Lérida por varios internautas, la Policía averiguó que los autores de estos mensajes residían en Málaga, lugar en el que además tenían su centro de operaciones.

La Policía intervino en el domicilio de uno de los arrestado material informático. Su propietario reconoció la autoría de los hechos y explicó a la Policía que se dedica de forma profesional al diseño de páginas web.