Según la policía, en los últimos meses varias entidades bancaria de la Costa del Sol habían denunciado un importante incremento de estafas en la utilización de tarjetas de crédito falsas, cuyo valor podría ascender a varios cientos de millones de pesetas.

Después de una larga investigación, basada en la obtención de datos sobre las personas ahora detenidas, la policía descubrió en cuatro registros domiciliarios una computadora utilizada para hacer duplicados perfectos de tarjetas de crédito y una máquina reproductora de todo tipo de relieves y grabados.

Asimimo, los funcionarios policiales se incautaron de un ordenador personal, una impresora de diversos disquetes, fechadores, sellos de caucho, rotuladores, tinta y plantillas, todo ello preparado para la falsificación, junto con una bolsa de cocaína y dos coches, uno de ellos robado en el Reino Unido.

La citada banda recibía información de los datos que figuraban en las tarjetas de crédito gracias a la colaboración de determinados comercios e industrias de la Costa del Sol, que ahora son objeto de investiación.

La policía no ha podido detener aún a otros integrantes de la banda, aunque ha iniciado los contactos con Interpol con el objetivo de efectuar las averiguaciones oportunas en Gran Bretaña y Alemania.